Friday, February 06, 2009

Obituario

"…yo no sabía que no tenerte podía ser dulce,
como nombrarte para que vengas aunque no vengas

y no haya sino tu ausencia tan dura
como el golpe que me di en la cara pensando en vos…"
- Poco se sabe (Juan Gelman) -

Incompleto, mutilado,
parcial, fragmentario,
nadie me dijo que así
veníamos al mundo;
y que de tarea teníamos
que concluirnos, refaccionarnos,
complementarnos, integrarnos;

nadie me avisó,
no vino en el manual,
ni en las indicaciones del crucigrama del diario,
no estaba en las instrucciones del rompecabezas del armario,
no venía en la etiqueta de la piel que me puse ayer
y que quería dejar colgada en tu patio;

tampoco me dijeron
que el tiempo no era un aliado,
que la noche venía
y que en un pestañeo
antes de que siquiera piense
que podía acabar todo,
el telón se cerraba tristemente
para dejarme del otro lado del escenario,
recibiendo las flores, los elogios y los llantos.

Nadie me lo dijo,
pero empiezo a entender
que estamos sobre estas suelas
para apurarnos, mejorarnos,
pulirnos, retocarnos,
y sobre todo para juntarnos,
hacernos uno, bailar un bolero o un tango,
no para cantar himnos solemnes
ni para guardar silencios de lutos pasados.

Nadie lo dijo,
si alguien lo sabía no lo dijo,
qué enigma difícil
y adivinanza compleja,
con pistas escasas,
migajas de pan desaparecidas,
deber de vida,
entender que así veníamos a este mundo,
con el único compromiso de encontrarnos,
a la mitad del puente para abrazarnos
y no quedarnos en las orillas esperando;
comprender que llegamos,
con la sola tarea de remendar, tus pies y los míos,
y que yo sea el ojal y tú el botón
de una misma camisa por la que respiramos;
con la oportunidad de sumarnos,
no ser menos o más,
sino más bien de completar
las cuerdas y amarras
que le falten a tus vidas
y las mías.

Nadie lo dijo,
pero pienso que estamos aquí
para consumarnos, llenarnos,
estrecharnos,
dejar una huella o dos o tres,
sentir que comenzamos.

Nadie te lo ha dicho,
y espero ser yo quien te susurre esta vez
que estoy aquí para abrazarnos,
completarnos, reintegrarnos,
hacernos uno,
bailar todos los boleros y los tangos
y no guardar ningún luto, ni silencio;
nadie te lo ha dicho,
y espero ser yo quien te grite esta vez,
que quisiera que comencemos y terminemos
juntos este boceto.

3 comments:

Andrés Emilio said...

Me gustan los patios con ropa tendida...

Hablan tanto de uno.

Un abrazo.

Bruno Renzo Chiuminatto Avilés said...

fe mi dulce amiga, no hay sufrimiento eterno, es hora que seas feliz.

FRANCISCO PINZÓN BEDOYA said...

Lleno de una originalidad especial

Gracias por dejar que unos ojos como los míos llegaran años más tarde